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sábado, 22 de octubre de 2011

El cuento de la Economía Verde


Tomado del Blog las Vainas Son Verdes.
A propósito de la Cumbre a celebrarse el venidero 2012, en la que se conmemorarán los 20 años que han pasado luego de la Cumbre de Río, y del esfuerzo que las fuerzas hegemónicas han emprendido por posicionar en los medios su "economía verde", en Las Vainas son Verdes queremos contribuir a desmitificar esa nueva forma de seguir usufructuando la naturaleza y convertirla en mercancía para el sistema económico que controla el mundo y que es justamente el responsable de la crisis en que se encuentra nuestra relación con el planeta. 

Las Vainas Son Verdes se hace eco del magistral artículo de Edgardo Lander y recomienda su lectura, cuya fuente original se encuentra en http://alainet.org/publica/468-9.phtml, pero que también pueden leer aqui abajo:


El lobo se viste con piel de cordero
Edgardo Lander
I. La Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro 1992: el desarrollo sostenible
En el año 1983, cuando la crisis ecológica del planeta Tierra se hacía cada vez más evidente, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió la creación de una comisión internacional (Comisión Mundial para el Desarrollo del Ambiente) con el fin de realizar un diagnóstico global de la situación ambiental del planeta y sus relaciones con los objetivos del desarrollo. A partir de esto, debía presentar un conjunto de recomendaciones de acción. Dicho informe,  Nuestro Futuro Común(1), fue entregado en el año 1987 y ha sido conocido como el Informe Brundtland, el nombre de su coordinadora general. Este informe fue la plataforma básica que acotó las negociaciones de la Cumbre de la Tierra realizada en Río de Janeiro en el año 1992. Se trata de un documento atravesado por severas contradicciones. Por un lado, este informe documentó muy ampliamente los severos problemas ambientales que confrontaba el planeta. Fue, sin embargo, incapaz de abordar las causas fundamentales de éstos. No se planteó la exploración de opciones fuera del marco dominante de la lógica capitalista del crecimiento económico sin fin. El informe sostiene que la mejor forma de responder a los retos planteados por la destrucción ambiental y la pobreza, ampliamente diagnosticados, es mediante más crecimiento. Proponen la necesidad de “revivir el crecimiento” con tasas anuales de entre 5 y 6% para el conjunto de los países del Sur.
Ante cuestionamientos cada vez más amplios a la idea de que es posible un crecimiento sin   fin en un planeta limitado, el Informe Brundtland realiza un extraordinario malabarismo conceptual orientado a darle nueva vida a la noción de desarrollo, bajo la nueva denominación de desarrollo sostenible. Esta nueva categoría permitiría, según el informe, relanzar el crecimiento en todo el planeta, eliminar la pobreza, y hacer todo esto en un modo sostenible en la medida en que las transformaciones tecnológicas permitirían producir cada vez más con me-nos insumos materiales y energéticos.El concepto de desarrollo sostenible tuvo una extraordinaria eficacia política e ideológica. Respondió en términos que parecían tomaren cuenta los cuestionamientos al desarrollo, mientras que en realidad lo que hacía era reforzarlo. Operó como un dispositivo tranquilizador en la medida en que logró crear la ilusión de que se estaban tomando medidas efectivas en respuesta a la crisis diagnosticada. Al no cuestionar la lógica de la acumulación capitalista y el modelo de la sociedad industrial como causas fundamentales de la destrucción de las condiciones que hacen posible la vida, operó como mecanismo legitimador de la globalización neoliberal, que de ese modo pasó a presentarse como sostenible, a pesar de su avasallante dinámica devastadora. Dado que éste fue el marco de referencia a partir del cual se abordó la crisis ambiental, no es de extrañar que 20 años después, cada uno de los problemas caracterizados en este informe sea mucho más severo, y que la vida en el planeta se encuentre cada vez más amenazada. Hoy, ante la evidencia de los límites del planeta y la crisis terminal de este patrón civilizatorio de crecimiento sin fin y de guerra permanente en contra de las condiciones que hacen posible la vida, es cada vez más urgente detener la maquinaria de destrucción sistemática del capitalismo, de la sociedad industrial y del imaginario del desarrollo.
Luchas populares en todo el mundo resisten a la ampliación de las fronteras de la acumulación por desposesión,  la minería a cielo abierto, la extracción de petróleo, las grandes represas, el monocultivo transgénico, vistas como amenazas tanto a sus propios territorios como a la vida en el planeta Tierra. Ante el pleno control que ejercen los gobiernos del Norte industrial y las corporaciones transnacionales sobre las negociaciones de las Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático,cada una de estas conferencias se ha convertido en una oportunidad para el encuentro, la movilización, la articulación y la denuncia de una muy amplia convergencia de movimientos de todo el mundo. Exigiendo simultáneamente medidas radicales destinadas a detener las dinámicas destructivas dominantes y exigiendo el pago de la deuda ecológica, equidad y justicia, rechazan res-puestas como las de los mercados de carbono que -como la experiencia ha demostrado- lejos de reducir las emanaciones de gases de efecto invernadero, lo que han hecho es avanzar en la mercantilización de la atmósfera y la creación de nuevas fuentes de acumulación/especulación para el capital financiero.
II. Río+20: la economía verde
Al cumplirse dos décadas de la cumbre anterior, en junio del año 2012 se celebrará en Río de Janeiro la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible, Río+20. En preparación para esa conferencia se han puesto nuevamente en marcha todos los dispositivos científicos y de producción de conocimiento e imaginarios con los que cuentan los gobiernos, los organismos multilaterales y las instituciones científicas y académicas cómplices. Se trata de una nueva y sofisticada ofensiva destinada a acotar los problemas de la crisis terminal de este patrón civilizatorio hegemónico en términos tales que no ponga en cuestión la operación global de las relaciones políticas y económicas hoy dominantes en el planeta. Más allá de las muy buenas intenciones que puedan tener muchos de sus contribuyentes, es ésto lo que está en juego. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), con la contribución de expertos de todo el mundo, ha producido un documento de más de 600 páginas en el cual se exploran con gran detalle los problemas ambientales (2), así como una síntesis para “los encargados de la formulación de políticas”(3).
Estos documentos y el concepto mismo de economía verde definen el nuevo marco conceptual dentro del cual se dan en la actualidad los debates, negociaciones y procesos de formulación de políticas de prácticamente todos los organismos multilaterales.¿Se trata de la disposición efectiva de producir las profundas transformaciones requeridas para salvar la vida en el planeta? ¿O es, por el contrario, la economía verde un nuevo dispositivo de los poderes globales, como lo fue el desarrollo sostenible, que opera mediante la incorporación (aparente) de las críticas que se formulan al modelo civilizatorio destructor, pero con la condición de que los supuestos y lógicas fundamentales de ese modelo no se han cuestionados, especialmente la confianza en el crecimiento económico, la fe ciega en el progreso, la ciencia y la tecnología, el technological fix y la magia de los mercados? ¿Busca este informe ser un llamado a la acción urgente requerida para frenar las dinámicas devastadoras dominantes o, por el contrario, tiene por objetivo tranquilizarnos, intentando convencernos no sólo de que contamos con soluciones que harán posible la transición hacia una economía verde, sino que, de hecho, esa transición ya ha comenzado?
Una lectura detallada de los textos nos permite responder, sin lugar a dudas, que no estamos ante la presencia de los diagnósticos y las respuestas urgentemente requeridas, sino ante un sofisticado esfuerzo por demostrar que es posible resolver los problemas de la crisis ambiental del planeta sin alterar la estructura global del poder en el sistema mundo, ni las relaciones de dominación y explotación existentes en éste. Se argumenta a lo largo del informe que con los mismos mecanismos de mercado y patrones científicos y tecnológicos, con la misma lógica del crecimiento sostenido, será posible salvar la vida en el planeta. De acuerdo al PNUMA, mediante la transición hacia la economía verde se podrá relanzar la economía global con tasas de crecimiento muy superiores a las que serían posibles con el modelo actual. Se lograría generar más y mejores empleos, se reduciría la pobreza, se alcanzarían mayores niveles de equidad y las metas del milenio, todo ello de un modo sostenible,esto es, reconociendo el valor de la naturaleza,reduciendo la emisión de gases de efecto invernadero, y la presión sobre el entorno natural, permitiendo así su recuperación.(4)
Todo esto, por supuesto, creando nuevas y rentables áreas de inversión que harían posible al capital global salir de su crisis actual y aumentar sus tasas de ganancia.
III. ¿Cómo sería la transición hacia una economía verde?
Para el PNUMA uno de los sustentos fundamentales de la propuesta de la economía verde está en el rechazo a lo que denominan el mito de que exista una disyuntiva entre progreso económico y sostenibilidad ambiental.(5)  De acuerdo a esto, no se trata de cuestionarla posibilidad de un crecimiento económico sostenido, ni la noción del progreso, sino de reorientar las inversiones y la innovación tecnológica en dirección de la economía verde.
Después de afirmar que durante la última dé-cada se han acelerado “crisis concurrentes de diversa índole” (la crisis del clima, de la diversidad biológica, del combustible, alimentaria,del agua y, finalmente, del sistema financiero y del conjunto de la economía), afirman que la causa fundamental de todo esto ha sido el resultado de “la asignación evidentemente incorrecta del capital”: Si bien las causas de estas crisis son di-versas, básicamente todas comparten un mismo elemento: la asignación evidentemente incorrecta del capital. Durante las dos últimas décadas, una gran cantidad de capital se destinó a propiedades, combustibles fósiles y activos financieros estructurados con los instrumentos consecuentes; comparativamente, se invirtió muy poco en energías renovables, eficiencia energética, transporte público, agricultura sostenible, protección de los ecosistemas y de la diversidad biológica, y conservación del suelo y el agua. La mayoría de las estrategias de desarrollo y crecimiento económico promueven una rápida acumulación de capital físico, financiero y humano, a costa de un agotamiento y una degradación excesivos del capital natural, del cual forman parte nuestros recursos naturales y ecosistemas. Al agotarse las reservas mundiales de riqueza natural, a menudo de forma irreversible, este patrón de desarrollo y crecimiento ha afectado negativamente al bienestar de las generaciones actuales, planteando enormes riesgos y desafíos a las generaciones futuras. Las recientes crisis múltiples son sintomáticas de este modelo. (PNUMA, pp. 1-2)
Se trata, para el PNUMA, de lo que denomina“fallas del mercado”. Pero la constatación de estas severas “fallas del mercado” y sus extraordinariamente peligrosas consecuencias para la vida en el planeta no lleva siquiera a pensar en la posibilidad de que ésta sea consecuencia del creciente poder de los mercados financieros, del creciente sometimiento de toda otra lógica social, sea la democracia, la equidad, la solidaridad, o incluso la preservación de la vida, a un criterio único: la maximización de la ganancia a corto plazo para el capital. De acuerdo al informe en cuestión, el problema es mucho más acotado, problema que puede ser resuelto sin necesidad de transformaciones estructurales en la operación del sistema. Se trata sólo que de que “los mercados” han estado operando sobre la base de “fallas de información”, la no-incorporación del costo de “las externalidades”, y sobre la base de políticas públicas inadecuadas como los “subsidios perversos o perjudiciales para el medio ambiente”. Por ello, las soluciones que propone el informe son un conjunto de “directrices relacionadas con las políticas necesarias” para lograr que el contexto regulatorio, los incentivos y las condiciones de acceso a la información en las cuales operan los mercados cambien. De esta manera, mediante “incentivos basados en el mercado” se lograría reorientar las inversiones de capital en dirección de inversiones ver-des e innovaciones verdes. Sobre la base de sus modelos económicos, llegan a la conclusión de que la transición hacia la economía verde sería posible mediante un incremento de inversiones “verdes” del orden de 2% del PIB del planeta. Esto “corresponde a menos de la décima parte de la inversión mundial anual”, lo que implica reasignaciones de inversiones por un monto de 1.3 billones de dólares anuales (PNUMA, p. 5). De acuerdo al informe: El sector de la inversión y los servicios financieros controlan billones de dólares, estando por lo tanto en condición de proporcionar la mayor parte de la financiación necesaria para la transición a una economía verde. (Op cit., p.35)
De acuerdo a este análisis, el futuro del planeta dependerá de que los Estados, mediante políticas impositivas, regulaciones, incentivos e inversiones, logren reorientar este monto de inversiones privadas de la “economía marrón”a la “economía verde”. Operando al interior de los dogmas del libre mercado, que la era de la globalización neoliberal han consolidado como único imaginario posible en los organismos multilaterales y en los “encargados de formulación de políticas”, el PNUMA advierte que para que estos instrumentos de políticas públicas logren los objetivos propuestos, es necesario que los inversionistas perciban que estas inversiones verdes aumentarán su competitividad. (UNEP, p. 249) Esa parece ser la razón por la cual, a todo lo largo del texto, se insiste una y otra vez, en que las tasas decrecimiento y las ganancias pueden ser mayores con una economía verde. Así, por ejemplo, con relación a la necesidad de acelerar el desarrollo de energías renovables, uno de los temas centrales del informe, afirman:
El sector financiero trata las inversiones en energía renovable como cualquier otra. Si de un proyecto o de una compañía espera una tasa de rendimiento que, ajustada de acuerdo al riego, sea suficientemente elevada, es considerada como una inversión interesante. (UNEP, p. 226)
En vista de este reconocimiento del capital como completamente amoral (le da lo mismo invertir en tecnologías verdes o en tecnologías destructoras en función de la tasa de ganancia esperada), la conclusión a la cual parecería llegar el PNUMA es que el futuro del planeta depende de que sea posible la formulación de políticas públicas capaces de sobornar a los inversionistas, garantizándoles tasas de ganancia suficientemente elevadas como para que se comporten como buenos ciudadanos planetarios. Todo esto tiene que hacerse, por supuesto, al interior de las reglas del libre comercio que ha impuesto el neoliberalismo a escala global. De acuerdo al informe, no sería aceptable, por ejemplo, el estímulo a desarrollos de inversiones e innovaciones en tecnologías y productos verdes si éstos generan alguna ven-taja para productores nacionales que pueda ser interpretada como de carácter proteccionista. Por lo tanto, es esencial que los países combinen y equilibren la protección del medio ambiente con la garantía del acceso a los mercados. (PNUD, p. 34)
Las políticas destinadas a la defensa del planeta tendrían cómo límite la necesidad de respetar los sagrados derechos del libre mercado.
IV. Sobre el reduccionismo de la economía
El informe reconoce que el modelo económico actual es inadecuado en la medida en que no incorpora en su cálculo de costos las externalidades, y con ello, el impacto ambiental de los procesos productivos6. Sin embargo, incapaces de mirar un poco mas allá del fundamentalismo neoliberal, no pueden siquiera plantearse la posibilidad de que puedan existir otras formas de relación de los seres humanos con su entorno, y explorar el significado de otras cosmovisiones y/o patrones culturales como los basadas en el reconocimiento de los derechos de la naturaleza o de la Madre Tierra. Por el contrario, radicalizando el antropocentrismo instrumental que recorre todo el informe, buscan que los mercados incorporen todos estos otros “factores” en su cálculo económico. No se trata por lo tanto de cuestionar el que las decisiones fundamentales de la sociedad sean tomadas por “el mercado”, sino de ampliar el ámbito de información y acción del mercado para que éste incorpore a la naturaleza expresamente en su lógica devalorización. Esto exige la superación de todo los obstáculos y resistencias a la plena mercantilización de la naturaleza. Para el buen funcionamiento de los mercados todo tiene que tener un precio. Con esto se abren nuevos ámbitos de especulación y valorización del capital. Desde estos supuestos, no debe llamarnos la atención que defiendan el papel fundamental que deberían desempeñar los mercados de carbono y REDD+, con relación a los cuales ni siquiera se reconoce la existencia de polémicas, desacuerdos y resistencias.
V. Las múltiples ausencias
A lo largo de sus centenares de páginas, el informe del PNUMA presenta muchas reflexiones valiosas sobre posibilidades de alteraciones en los patrones productivos, en la industria, en la agricultura, en la organización de las ciudades,en los sistemas constructivos, en el transporte. Recoge igualmente una amplia gama de ricas experiencias de tecnologías alternativas, del uso de energías renovables, y de novedosos regímenes regulatorios que existen en diferentes partes del mundo. Esto permite reconocer que hay hoy en todo el planeta procesos de búsqueda de alternativas a la lógica destructora de los modelos productivos y de consumo hoy hegemónicos. Esto debe ser reconocido como una importante contribución del informe a los debates sobre las alternativas. Sin embargo,son mucho más notorias las ausencias. Correspondiendo a la lógica “light” que caracteriza a la mayor parte de los documentos de este tipo, en este informe se obvian por completo todos los asuntos más polémicos creando así una ficción de un mundo que no opera en base a intereses, sino sobre la posibilidad de construcción de consensos que beneficien a todos. Un ejemplo de los temas ausentes es el caso de la guerra y de la industria bélica, una de las dinámicas más humana y ambientalmente devastadoras existentes en el mundo actual. Tanto en términos de los masivos insumos materiales y energéticos utilizados para la fabricación y transporte de los equipos militares,como de los impactos, con consecuencias alargo plazo, de su utilización en los conflictos bélicos, se trata de una dimensión central de la lógica destructiva hoy imperante. Aparentemente se trata de un tema tabú que no pueden abordar los organismos internacionales sin ofender a los Estados Unidos.(6)
Pero aún más esencial es la ausencia absoluta de toda consideración del significado de las extraordinariamente desiguales relaciones de poder existentes en el mundo contemporáneo, y los intereses que están en juego en la operación de este sistema mundo. Habla el informe reiteradamente de políticas, pero nunca de política, nunca del poder. Con relación a la política, los autores se declaran neutrales, afirman que la “economía verde no favorece a una u otra corriente política, ya que es pertinente para todas las economías, tanto las controladas por el Estado como las de mercado” (PNUD, p.5). Los redactores de este informe parecen vivir en un mundo de fantasía en que los gobiernos son democráticos y toman sus decisiones sobre la base de la voluntad de las mayorías y de las necesidades del bienestar de las presentes y futuras generaciones. Parecen creer que los regímenes políticos contemporáneos y los “formuladores de políticas”, cuentan con la capacidad para imponer normas de comportamiento a las corporaciones y a los mercados financieros. Parecen suponer que el capital financiero y las empresas transnacionales que están operando como agentes activos de la acelerada devastación del planeta, no lo hacen porque esto corresponda a las formas en que buscan maximizar sus tasas de ganancia a corto plazo, sino porque no cuentan con suficiente información, o porque no reciben señales suficientemente claras por parte de los marcos regulatorios dentro de los cuales operan. Estos redactores optan por ignorar que la capacidad de los sistemas políticos contemporáneos para establecer regulaciones y restricciones ala libre operación de los mercados -aunque estás sean exigidas por una muy amplia mayoría de la población- está severamente limitada por el poder político y financiero de las corporaciones. Esto es particularmente evidente en los Estados Unidos.
Ninguna política de regulación ambiental, y ningún compromiso internacional, puede ser asumido por el gobierno de dicho país si no cuenta previamente con el visto bueno de las grandes corporaciones potencialmente afectadas. Estas, que, de hecho, tienen capacidad de vetar las políticas con las cuales no están de acuerdo. Esto lo han demostrado en forma contundente en el freno a todo compro-miso de los Estados Unidos a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en las negociaciones de cambio climático de las Naciones Unidas, y la forma como han impedido la aprobación hasta de las normas ambientales más tímidas que se han propuesto en estos últimos años. Para los gobernantes, el costo político de afectar los intereses corporativos es,simplemente, demasiado elevado. En estas condiciones, el listado de recomendaciones, el conjunto de propuestas de políticas que el PNUMA pide a los gobiernos del mundo que negocien e implementen, no pasa de ser la expresión ingenua de muy buenos deseos, sin posibilidad alguna de alterar el rumbo actual del planeta. Ninguna propuesta que parta de ignorar por completo las realidades de la geopolítica contemporánea tiene posibilidad alguna de realizar aportes significativos a los retos globales que hoy enfrentamos. Esto lo tienen claro los movimientos de resistencia que luchan hoy en todo el mundo. Por ello es poco probable que se dejen entrampar con las falsas promesas de la economía verde.
*  Edgardo Lander  es sociólogo, profesor de laUniversidad Central de Venezuela.
Notas:
1. Report of the World Commission on Environment and Development: Our Common Future, [http://upload.wikimedia.org/wikisource/en/d/d7/Our-common-future.pdf]
2. United Nations Environmental Programme (UNEP), 2011, Towards a Green Economy: Pathways to Sustainable Development and Poverty Eradication, [www.unep.org/greeneconomy]
3. Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), 2011. Hacia una economía verde: Guía para el desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza – Síntesis para los encargados de la formulación de políticas. [www.unep.org/greeneconomy]
4. “El PNUMA considera que una economía verde debe mejorar el bienestar del ser humano y la equidad social, a la vez que reduce significativamente los riesgos ambientales y las escaseces ecológicas. En su forma más básica, una economía verde sería aquella que tiene bajas emisiones de carbono, utiliza los recursos de forma eficiente y es socialmente incluyente.” (PNUMA, p. 1)
5. “Quizás el mito más extendido es el que afirma que la sostenibilidad ambiental sólo puede ser obtenida a costa del progreso económico. Hoy en día existen pruebas sustanciales de que el enverdecimiento de las economías no obstaculiza la creación de riqueza ni de oportunidades laborales, y son muchos los sectores verdes que ofrecen oportunidades notables de inversión y de crecimiento en términos de riqueza y puestos de trabajo. Hay que subrayar, no obstante, que se deben crear nuevas condiciones favorables para promover la transición a la economía verde, y en este sentido los formuladores de políticas en todo el mundo han de poner manos a la obra de inmediato.” (Op. cit., pp. 2-3)
6. “Los indicadores económicos convencionales, tales como el PIB, ofrecen una imagen distorsionada del rendimiento económico, pues no reflejan el agotamiento del capital natural ocasionado por la producción y el consumo. La actividad económica se basa a menudo en la depreciación del capital natural, ocasionada por el agotamiento de los recursos naturales o la degradación de la capacidad de los ecosistemas para aportar beneficios económicos, en términos de servicios de aprovisionamiento, regulación o culturales.” (PNUMA, p. 5)

sábado, 10 de septiembre de 2011

Gran Riqueza de Agua en Libia: Factor de Ambiciones

Eric Pantoja

        Bajo Libia hay más de 35 mil kilómetros cúbicos de agua dulce, en las cuencas de Kufra, situada en el sureste cerca de la frontera con Egipto, con una capacidad estimada de 20.000 km³; de Sirte (10.000 km³); de Murzuk, al sur de Jabal Fezzan (4.800 km³) y las cuencas Hamadah y Jufrah, que se extienden desde el Arco Qargaf y Jabal Sawda a la costa. Pero, la mayor acumulación del norte africano es el acuífero de Piedra Arenisca, en la región de Nubia, en la parte oriental del desierto del Sahara, entre Libia, Egipto, Chad y Sudán, que contiene 75.000 kilómetros cúbicos de agua dulce. Por lo tanto, el agua y no el petróleo parece ser el móvil real de la actual guerra de intervención de la OTAN en  Libia que,  produce menos del dos por ciento del consumo mundial de petróleo. Es decir, sería así la primera guerra del agua, pero tampoco es independiente del interés petrolero.
Esto lo dice: BY ADMIN – 26 JULIO 2011POSTED IN: ANIMACIÓNINTERNACIONALREPORTAJES
      
       Otras teorías son también validas desde la perspectiva de que Libia y su independencia del  mundo globalizado impuesto por el capitalismo salvaje, eran la principal amenaza para las hegemonías de la geopolítica actual.
        Sin embargo para ver la magnitud de estas cifras y entender mejor esta teoría. Hago un comparativo de la cantidad de agua subterránea que existen en Libia, y el agua que existe en México:

Libia_ agua subterránea-  35,000 kmᶾ ….. México: 458ᶾ km de agua en promedio al año. (Conagua)
                                                              México: 150 kmᶾ  almacenados en  400 presas
                                                              México  usan: 78.9 kmᶾ  al año

        Estas reservas de Libia equivalen a 76 veces el agua disponible promedio al año de México. Equivale a más de 200 veces el agua que se almacena en las 400 presas de México  y  con las reservas  subterráneas de Libia,   México tendría  agua  para usar  por más de 400 años.
        Viéndolo desde  esta perspectiva,  esta riqueza hace buen negocio  cualquier invasión  a  cualquier país.

domingo, 10 de julio de 2011

Elecciones: ¡última llamada!

Elecciones: ¡última llamada!
Guillermo Almeyra
tomado de la jornada Mex
L

as elecciones en el estado de México han sido una prueba muy importante que indica mucho sobre la actitud política de los trabajadores mexicanos. En realidad, desde hace rato que la mayoría de ellos vota con los pies, emigrando a un país que los explota, los discrimina, les paga salarios inferiores por los peores empleos o subcalifica la preparación y el nivel cultural de los trabajadores especializados para pagarles siempre menos que a los nativos. Desde hace décadas, millones de mexicanos –los más jóvenes y audaces– prefieren pagar sumas enormes a los polleros, correr el riesgo de morir en el intento de ser explotados si consiguen ingresar en el mercado laboral de la principal potencia imperialista porque no ven en México perspectivas de un cambio social ni siquiera a mediano plazo, y no confían en nada ni en nadie. De este modo, el principal movimiento social actual en México por su magnitud –la migración– expresa escepticismo, resignación y una aceptación masiva de los valores capitalistas.

Ni siquiera la peor crisis capitalista en la historia mundial y el empeoramiento extremo de la situación de los indocumentados en Estados Unidos han reducido esta sangría de la población económicamente activa mexicana en todos los sectores de la misma (trabajadores calificados o sin calificación, indígenas o mestizos, de Chiapas, Yucatán y Veracruz, o de Guerrero, Michoacán, Jalisco, Coahuila, Sonora). La enorme abstención, incluso en las más importantes elecciones (como las nacionales o la reciente en el Edomex), expresa una mezcla de ausencias del lugar de voto a causa de la migración, de desinterés político, de desmoralización y resignación y, por último, del anarquismo del atraso y la impotencia (son todos iguales, mejor sacar algo del voto que no sirve para nada).

Por tanto, cuando la abstención llega a 57 por ciento del padrón electoral, como sucedió en el estado de México, es erróneo atribuir sólo al fraude la derrota del candidato que prometía un cambio. El repudio generalizado no abarca solamente al gobierno y al Congreso, sino a todos los partidos y, aunque Encinas o López Obrador, por supuesto, son muy diferentes a los chuchos, son pocos los ciudadanos informados sobre la batalla que ellos tuvieron que librar para que el PRD no apareciera nuevamente unido al PAN, y en cambio, son muchísimos los que los ven como políticos del PRD (sin distinguir ni diferenciar nada), y ven al PRD como un partido palero del PAN y aliado en buena parte del país con los mismos que dice combatir.

El breve momento de esperanza en el partido del sol azteca duró hasta el gobierno del ingeniero Cárdenas en el DF, hasta el de su hijo Lázaro en Michoacán o el de Amalia García en Zacatecas, y hasta el desastre en Guerrero con el de Zeferino Torreblanca. Hace rato que esa visión positiva se esfumó y que el mismo apoyo mayoritario que tuvo López Obrador en 2006 es hoy bastante menor, aunque esté mejor organizado. Por eso la izquierda institucional no logra siquiera movilizar, como en 1988 o 2006, gran cantidad de ciudadanos que rechacen la imposición, la corrupción de conciencias, el fraude y la ilegalidad, y defiendan los espacios democráticos. Por esa razón no puede superar el fraude y la compra de votos, que forman parte esencial de toda elección mexicana desde el nacimiento del Estado (salvo en los periodos en que el PRI tenía por la fuerza el monopolio de la actividad política institucional o se creaba su propia oposición, como el PPS de Lombardo Toledano).

Andrés Manuel López Obrador está hoy con los pies en los estribos de dos caballos diferentes y divergentes. La recuperación del PRD, en efecto, demostró con creces ser imposible. Y la construcción del Morena (apenas iniciada) tendría perspectivas, pero está trabada por el verticalismo y decisionismo de la dirección y por la falta de independencia, creatividad y militancia política cotidiana de sus integrantes, los cuales son, en realidad, una masa de apoyo electoral en un país donde la vía del triunfo en las urnas para llegar al gobierno es absolutamente utópica e impracticable.

Tiene razón López Obrador cuando declara su esperanza sólo en una insurgencia popular pacífica, pero ésta se da, como en los países árabes, por problemas y reivindicaciones concretos: sociales, económicos y democráticos, que movilizan a todos y por los cuales vale la pena jugarse. Pero, al mismo tiempo que formula esa esperanza, nada se hace para demostrar a la gente común que el capitalismo ni es natural ni es eterno, y que es posible superarlo a condición de comprender que lo político va mucho más allá de la política a secas y de organizar bajo la forma de la autonomía, de la autogestión y de la independencia del aparato estatal (que incluye partidos y parlamentarios muy bien pagados por el presupuesto central).

O la organización popular asume otras características y otras tareas, en plena independencia del Estado y en total contacto con las luchas y reivindicaciones populares, aprendiendo de ellas y a la vez organizándolas y enseñándoles, o sigue siendo un instrumento de apoyo para un combate electoral, viciado desde ya y desde siempre, y sin perspectiva alguna.

Existe, por supuesto, la necesidad de contar con una sigla reconocida, unafranquicia comercial-política, que el PT o Convergencia podrían vender muy cara, pero Morena o la OPN del Sindicado Mexicano de Electricistas y otros gremios si crecieran en forma independiente de los partidos no sólo se deslindarán de ellos y aparecerán más creíbles ante la población, sino que también podrían convencer a una parte importante de ésta a movilizarse también en el plano electoral. Morena, por ahora, es una oruga, prendida a la rama seca del PRD. ¿Seguirá siendo un gusano prometedor o trascenderá y se convertirá en hermosa mariposa? O, de modo menos cursi, ¿habrá una ruptura en la política mexicana y una clase trabajadora independiente se formará en la acción?

martes, 7 de junio de 2011

México no está preparado para quedarse sin petróleo.

Eric Pantoja

Aunque no hay una forma de precisar cuánto petróleo queda para su explotación en el mundo, es obvio que cada vez queda menos, en México se pueden leer innumerables notas acerca de la disminución de la producción en Cantarel o en Burgos, de las dificultades técnicas de Chicontepec. Etc.

Pero en México nos seguimos desgarrando las vestiduras por el asunto de conservar a Pemex en manos de los mexicanos. Cuando Pemex en la forma que se administra esta en las garras de EEUU. Desde hace mucho.http://www.jornada.unam.mx/2011/03/16/index.php?section=economia&article=028n1eco

Comprometió Pemex 72% de la factura petrolera hasta 2018: ASF (marzo del 2011)

Además, desde que Pemex cambio su política de producción en la época de López Portillo, a la fecha, hidrocarburos comprometido a los precios más baratos del mundo http://preciopetroleo.com/precio-petroleo-mexico/ se entrega a EEUU prácticamente a las puertas de su casa a través de la frontera norte de México.

Lo peor, es que los mexicanos no estamos preparándonos para el momento en que: se acabe el petróleo ó 2) Se sustituya la tecnología basada en petróleo por otra.

Como siempre los gobiernos pro yanquis que tenemos, parecieran estar deliberadamente dejando ese momento para comprar la tecnología a precio de oro. Claro, con sus respectivas ganancias particulares.

Para defender el petróleo de México se requiere planear cuanto tiempo vamos a seguir dependiendo de la tecnología basada en el petróleo, y guardar nuestras reservas para que nos, alcancen para ese momento,

El tema de la energía así como el del desarrollo sustentable, para nuestros políticos solo tiene un enfoque: el negocio (como es el caso de los REDD) Incluso tenemos un partido verde que se dedica a vender bulas a los pecadores ambientales, no les importa un comino la protección ambiental.

Esto lo menciono para decir que todo el discurso hipócrita acerca del calentamiento global por parte del gobierno de Calderón no es más que frases que sirven para publicitar algunos negocios que este individuo promueve sin importarle para nada el verdadero combate al calentamiento global.

Puesto que una de las mejores formas de combatir el calentamiento global es cambiando la forma de obtener energía. Los recursos que se ganan de la venta del petróleo deberían de servir para impulsar la investigación y el desarrollo de tecnologías alternativas parta la obtención de energía. Si verdaderamente se pensara en el calentamiento global.

Por otro lado existen ya muchos ejemplos de edificaciones y viviendas autónomas energéticamente, existen también suficientes ejemplos de tecnologías, incluso caseras, de sustitución de energético. Por supuesto que son viables, ¿Cómo no va a ser viable que el individuo sea autónomo energéticamente? Lo que no es: económicamente redituable para los que poseen el control de la energía a nivel global, que por casualidad son también los que controlan la economía y el capitalismo en el mundo.

Lo más difícil de hacer es cambiar el esquema mental, el petróleo se comenzó a usar para sustituir la quema de carbón, que se estaba acabando, y entonces el esquema seguía siendo quemara algo.

En la actualidad el petróleo esta en el caso del carbón en aquella época, y nos seguimos enfrascando en el esquema de ¿qué vamos a quemar en lugar del petróleo? Este es el caso de las plantas nucleares, (quemar uranio para producir vapor de agua y mover las turbinas) o el de la energía a partir de hidrogeno,(quemar agua) cuando hay fuentes alternativas de energía en las cuales no se necesita quemar nada,

Otro esquema es la idea de que los individuos comunes y corrientes como nosotros necesitamos grandes cantidades de energía para subsistir, y por lo tanto grandes plantas de generación de energía. Cuando por el contrario un hogar puede ser autónomo de energía e incluso con tecnología casera suplir artefactos, como un calentador de agua que funciona con energía solar. Entre otros. Hace no mucho leí la historia de una pareja que subió en su camioneta un convertidor de biodiesel y juntando aceite de cocina quemado por donde pasaban, se fueron a dar un paseo por el sur de nuestro continente.

Defender el petróleo de México no se restringe a impedir que PEMEX se privatice, lo esencial es que el energético sirva al desarrollo de México, al beneficio de los mexicanos, defenderlo del entreguismo tan irracional que se hace de él y del gas.

Defender el petróleo es por ejemplo, impulsar nuestra inventiva, y cambiar los materiales de construcción por materiales más ahorradores de energía, impulsar proyectos y diseños de casas autónomas o ahorradoras para el infonavit. Impulsar leyes que nos obliguen a ser responsables con el ambiente a todos, pasar de la tan trilladas frases de la educación ambiental a la obligación ambiental, pasar del reciclaje voluntario, al obligatorio, implementar mecanismos eficaces de recolección y separación de basura, erradicar los rellenos sanitarios, Que cada municipio se haga responsable del tratamiento de sus aguas residuales, que se invierta en infraestructura hidráulica. Y de donde saldría toda esa inversión, pues de la venta, a buen precio, de nuestro petróleo,

Bien vamos a defender Pemex para que sirva a los mexicanos, aunque hasta ahora el tema de la energía y el del agua, desde un enfoque ambientalista, no tienen tanta importancia en la agenda política, como lo tienen desde la perspectivas de las supremacías y el control global.

Creo que cuando los individuos sean autónomos energéticamente, serán más libres.

Espero que estas sean las primeras, solo las primeras de una gran lluvia de ideas que propongo se discutan desde esta medio.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Memoria del fuego III. El siglo del viento EDUARDO GALEAN

7 de agosto de 1900
Ciudad de México

Los Flores Magón


http://www.sololiteratura.com/gal/19000807.htm

Navega el pueblo en ríos de pulque, mientras repican las campanas y retumban los cohetes y centellean los cuchillos entre las luces de bengala. La multitud invade la Alameda y otras calles prohibidas, zona sagrada de las damas de corsé y los señores de jaqué, con la Virgen en andas. Desde su alto barco de luces, las alas de la Virgen amparan y guían.

Hoy es el día de Nuestra Señora de los Angeles, que en México dura una semana de verbenas, y al borde de la violenta alegría del pueblo, como queriendo merecerla, nace un periódico nuevo. Se llama Regeneración. Hereda los fervores y las deudas de El Demócrata, cerrado por la dictadura. Jesús, Ricardo y Enrique Flores Magón lo escriben, lo editan y lo venden.

Los hermanos Flores Magón se crecen en el castigo. Desde que el padre murió, vienen alternando la cárcel con los estudios de Derecho, los trabajitos de ocasión, el periodismo peleador y las manifestaciones callejeras de pedradas contra balazos.

—Todo es de todos les había dicho el padre, el indio Teodoro Flores, aquella cara huesuda alzada entre las estrellas, y mil veces les había dicho: ¡Repítanlo!



20 de noviembre de 1922
Leavenworth

Por seguir creyendo que todo es de todos

http://www.sololiteratura.com/gal/19221120.htm

Ricardo, el más talentoso y peligroso de los hermanos Flores Magón, ha estado ausente de la revolución que tanto ayudó a desatar. Mientras el destino de México se jugaba en los campos de batalla, él picaba piedras, engrillado, en una cárcel norteamericana.

Un tribunal de los Estados Unidos lo había condenado a veinte años de trabajo forzado por haber firmado un manifiesto anarquista contra la propiedad privada. Varias veces le ofrecieron el perdón, si lo pedía. Nunca lo pidió.

—Cuando muera, mis amigos quizás escriban en mi tumba: «Aquí yace un soñador», y mis enemigos «Aquí yace un loco». Pero no habrá nadie que se atreva a estampar esta inscripción: «Aquí yace un cobarde y traidor a sus ideas».

En su celda, lejos de su tierra, lo extrangulan. Paro cardíaco, dice el parte médico.

Memoria del fuego III. El siglo del viento

EDUARDO GALEANO

miércoles, 9 de febrero de 2011

Posicionamiento de Carmen Aristegui respecto a su salida de MVS



-Sobre este ambiente de presión del gobierno hacia algunas empresas de comunicación actúa un fenómeno aún más grave que el antiguo control estatal sobre los medios. Se trata del debilitamiento del Estado y de sus instituciones por virtud de una supeditación política

Como nunca en la historia del Estado mexicano se han dejado crecer a estos poderes en México que han llegado al punto. A la osadía diría yo de querer también apropiarse de la propia presidencia de la República. De otra manera no se explicaría la multimillonaria inversión que han hecho de construirle una candidatura presidencial al gobernador mexiquense.-Carmen Aristegui



Versión estenográfica del posicionamiento de Carmen Aristegui respecto a su salida de MVS por presiones de Felipe Calderón luego de haber preguntado si Calderón tenía o no un problema de alcoholismo.
Posicionamiento de Carmen Aristegui por salida de MVS. Foto: Rodolfo Ángulo/Cuartoscuro
Posicionamiento de Carmen Aristegui por salida de MVS. Foto: Rodolfo Ángulo/Cuartoscuro
Muy bueno días amigos ciudadanos, colegas y periodistas...

Me permitiré dar lectura a un texto que he escrito para asumir una postura pública sobre mi despedida del noticiero matutino de Noticias MVS ocurrida este fin de semana, asunto que ha generado múltiples muestras de solidaridad que desde aquí agradezco. Este es un suceso que, si bien afecta la vida profesional y laboral de un grupo de personas, entre las que me incluyo, tiene una trascendencia mayor a ese mero alcance limitado.

Sobre lo que quiero pronunciarme es sobre el alcance mayor de este evento que impacta de maneras diversas a la sociedad mexicana. Una sociedad que en estos días y horas ha dado muestras de determinación y capacidad de respuesta frente a un hecho que agravia y que lesiona sus derechos fundamentales. La vigorosa, fuerte y decidida voz de miles de personas en las redes sociales --Twitter, Facebook-, otras modalidades y las manifestaciones en las calles son, en sí mismas, un gran acontecimiento. La gran noticia de que estamos vivos. De que los mexicanos a pesar de la espiral de violencia, muerte y horror que nos acompaña todos los días estamos aquí para reconocernos en el espejo y luchar por un México mejor.

Agradezco todas estas expresiones y celebro aquí, entusiasmada su existencia y el signo vital que las acompaña. Abrazo a quienes en todos los tonos y con diferentes lenguajes se han manifestado en contra de lo que es a todas luces un hecho autoritario, desmedido e inaceptable. Un hecho así, sólo es imaginable en las dictaduras que nadie desea para México. Castigar por opinar o por cuestionar a los gobernantes.

El tema nos pega a todos. No sólo nos afecta a nosotros como profesionales, y a los ciudadanos a los que se les quita un espacio, se afecta también a este medio de comunicación y al grupo empresarial que desarrolla diversas actividades productivas a favor del país.

Este grupo está encabezado por una familia a quien estimo y valoro. Fundada por uno de los hombres más queridos y respetados de industria como fue Don Joaquín Vargas Gómez. Lamento sinceramente que sus nombres estén siendo acribillados con insultos en las redes sociales por la decisión tomada.

El pasado viernes 4 de febrero, en mi libre derecho a la expresión formulé un comentario editorial que aludía a un incontrovertible hecho noticioso. A raíz de lo ocurrido en la Cámara de Diputados el día anterior, cuando un grupo de legisladores exhibió una manta con la foto de Felipe Calderón con los ojos enrojecidos en la que se leía: "¿Tú dejarías a un borracho conducir tu auto? ¿No, Verdad? ¿Y por qué lo dejas conducir el país? , naturalmente se produjo una gran rispidez que orilló a suspender la sesión en el recinto legislativo.

Había ahí ya una historia que contar a nuestras audiencias. Mi compañero Omar Aguilar presentó con gran profesionalismo ese hecho noticioso con pulcritud, con claridad y con suficiencia, jamás ocultó ni la manta, ni el contenido de la manta, ni a los autores de la manta, ni truqueo nada para que televidentes y radioescuchas no se enteraran de lo que decía la manta. No trampeó a nadie y presentó al público, como el público merecía, todas las expresiones que en diferentes sentidos se emitieron al respecto. Nuestro auditorio quedó perfectamente informado del acontecimiento y con elementos suficientes para hacer su propia valoración.

La información presentada me sirvió a mí de base para formular el citado comentario editorial: "Dejemos a un lado la caricatura, tomemos el asunto con seriedad", e hice algunas otras consideraciones, terminé con un cuestionamiento formal a las autoridades: "¿Tiene o no problemas de alcoholismo el presidente de la República?"

Yo no tengo manera de corroborarlo pero, si fuera el caso, sería algo delicado que debiéramos saber. No hay nada de ofensivo en la interrogante, especialmente si se trata de algo que, de existir, afectaría por su naturaleza la toma de decisiones que impactan en todo momento a millones de personas en el país.

El comentario editorial cerraba diciendo que el tema --y dada su exposición pública a través de la manta de los legisladores -- merecía una respuesta sería, formal y oficial de la propia Presidencia de la República.

La Presidencia no respondió a la periodista, de inmediato exigió a los dueños --que no a la periodista- una disculpa pública inmediata por tremenda osadía.

Demostró con ello un grado de irritabilidad e intolerancia que por sí mismas hablan de algún tipo de problemática, que por supuesto, también deben ser analizadas.

Reconozco que el cuestionamiento era duro, pero de ningún modo injurioso o difamatorio, tampoco se transgredía en ningún punto al código de ética que ha sido aludido. Era simple y llanamente la formulación de una pregunta válida. Pregunta hecha por una periodista cuya intención quedaba perfectamente delimitada.

El estado de salud y grado de equilibrio de un mandatario, por supuesto que es un asunto de claro interés público. La sociedad mexicana tiene derecho a saber con certeza, sin ofensas, sin caricaturizaciones sobre las condiciones de salud de quien ha tomado y seguirá tomando todos los días decisiones gravísimas que impactan sobre el destino de una nación. Y vaya que sí ha impactado el destino de la nación las decisiones tomadas desde Los Pinos en este sexenio.

El motivo de mi despido, se dijo, fue haberme negado a ofrecer una disculpa y transgredir el código de ética, cosa que es falsa y se convirtió sólo en una coartada. En este momento no sólo no rectifico, ni me disculpo, porque no hay nada que disculpar; por el contrario, ratifico la pertinencia de que la presidencia de la República se manifieste al respecto.

Lamento si personalmente que el presidente y su familia se hayan sentido ofendidos por el cuestionamiento. No hay en la formulación de mi pregunta ninguna intención o ánimo de ofender. Lamento que ellos se sientan ofendidos, pero aún así, la pregunta sigue vigente.

El ejercicio del poder hace que las figuras públicas sean sujetas de escrutinios e interrogantes a los que no estarían sujetas otras personas por razón, precisamente, de sus responsabilidades y del impacto de sus decisiones. En una democracia esto forma parte del juego.

¿No tuvo Bill Clinton que hablar del semen depositado en el vestido azul de una muchacha ante una audiencia de millones de personas? ¿No acaso el estado de salud de Dylma Roussef fue motivo de debate público antes de llegar a ser la presidenta de Brasil? ¿Acaso no son las francachelas y excesos de Silvio Berlusconi materia del debate nacional? ¿Por qué en México los empresarios de los medios pueden ser sometidos a presiones indebidas para que silencien a sus comunicadores? ¿Por qué la sociedad mexicana se tiene que conformar con una sola visión de las cosas? ¿Por qué fatalmente tenemos que vivir con la existencia de un duopolio televisivo que no sólo envilece las pantallas con programas denigrantes y nocivos como los de reciente estreno, sino que es ya en sí mismo un poder que ha dañado la vida democrática nacional?

¿Por qué México está entrampado en una espiral de degradación e infamia sin que hagamos nada al respecto? ¿Por qué seguimos dejándolos conducir de esta manera al país?

¿Qué clase de democracia es esta que por un comentario editorial, que irritó al gobernante, se le corta la cabeza a quien opinó? ¿Por qué desde el poder político pueden llevar las cosas al extremo, escalando el conflicto, deliberadamente, hasta lograr hacerle las cosas imposibles tanto al empresario como al periodista ocasionando la ruptura?

La pregunta es: ¿Cómo es que pudieron elevar, desde Los Pinos, el grado de exigencia pidiendo casi la humillación por un hecho absolutamente sobredimensionado? ¿Cómo es que a un empresario a quien tenemos como decente lo llevaron a comportarse de esta manera? ¿Cómo pudieron lograr que se sintiera obligado a tal punto como para exigirme la lectura de una carta --obviamente no escrita por mí, en términos que me eran ajenos y que por supuesto no empataban con lo que dicta mi conciencia- para calmar la ira presidencial?

Una exigencia de la lectura indigna de esa carta que quien me lo formuló sabía de antemano que yo la rechazaría. Se llegó a ese extremo por el grado de vulnerabilidad en le que quedan quienes tienen negocios o concesiones en el mundo de las telecomunicaciones y los medios de comunicación. En este caso hay un conjunto de concesiones en juego y la resolución final sobre lo que pase con ellas se encuentra en el cajón del presidente.

Lo que debería ser técnico, jurídico y legal, en realidad es un asunto político y discrecional. La aprobación que ha pasado por todos los filtros legales y técnicos está sujeta a los poderes dominantes en las telecomunicaciones cuyo poder desmedido impide la entrada de nuevos competidores y a los que existen les hace la vida imposible.

Persiste hasta nuestros días, un elemento que condiciona y distorsiona la relación de los medios con el gobierno que es la discrecionalidad política en la toma de decisiones en materia de refrendo y otorgamiento de concesiones en el ámbito de las telecomunicaciones. Es esta una de las razones fundamentales por las cuales en México no se despliega a plenitud un derecho fundamental como la libertad de expresión.

Asuntos que deberían resolverse con la mayor certidumbre jurídica, en materia de plazos, planes de cobertura, plan de negocios y de inversión, terminan siendo asuntos de decisión política y no de las áreas técnicas en la materia. Es el caso de las concesiones que en la banda de 2.5 GHz tienen varios operadores en el país del que MVS Comunicaciones posee la mayoría de ellas.

No obstante haber desahogado todos los requerimientos técnicos en materia de competencia, y de la opinión favorable de algunos comisionados de la Cofetel, de la opinión favorable de la Cofeco, y de tener a la espera --con riesgo de perderlas- cantidades millonarias de inversionistas nacionales y extranjeros a pesar de tener todo en regla y un mercado demandante.

Inexplicablemente, la decisión se ha retrasado por cinco años. Teniendo todo en regla, no hay razón técnica, jurídica, ni económica que hoy no este satisfecha. La única razón que hoy impide a MVS Comunicaciones desplegar una red nacional de ancho de banda para Internet que compita con los grandes conglomerados es total y absolutamente política.

Se coloca como una espada de Damocles en la vieja tesis autoritaria de la zanahoria y el garrote: Te portas bien, te refrendo la concesión. Te portas mal, te la niego. Este es el ambiente de presión en el que se desenvuelve la relación no sólo de concesionarios con el gobierno, sino es el ambiente en el que se desenvuelve el trabajo y el desempeño de cientos de profesionales en su relación con las empresas de comunicación.

Esa es la batalla diaria. En la medida en que los comunicadores y los empresarios batallan frente al gobierno, las audiencias ganan o pierden información. Lo más grotesco y paradójico es que los únicos beneficiados de esta herencia del viejo régimen son los grandes monopolios que ahora son capaces de mantener este diseño para evitar nuevos competidores.

Y aquí aparece de nueva cuenta la enorme responsabilidad de un poder legislativo que ha preferido el mantenimiento de reglas no escritas en lugar de una legislación moderna que de certidumbre jurídica a los empresarios, que tutele los derechos de los periodistas y garantice el acceso a la información de todos los ciudadanos.

Agradezco desde aquí el debate y los pronunciamientos que desde el Congreso se hicieron ayer por parte de los legisladores sobre el caso de nuestra despedida del noticiario; sin embargo, no sirve mucho a la democratización de los medios de comunicación condenar la censura por un hecho como este, al mismo tiempo que se coexiste con leyes que podrían y deberían ser modificadas en beneficio de toda la población y no de unos cuantos.

Sobre este ambiente de presión del gobierno hacia algunas empresas de comunicación actúa un fenómeno aún más grave que el antiguo control estatal sobre los medios. Se trata del debilitamiento del Estado y de sus instituciones por virtud de una supeditación política que parte desde el presidente de la República, atraviesa las Cámaras, amplias franjas del Poder Judicial, órganos reguladores a manos de nuevos poderes informales o fácticos que han logrado imponer su lógica de chantaje e intimidación, que los ha llevado a niveles de audacia y en un cálculo de poder, para sustituir --por lo menos parcialmente a poderes de la República.

Ahí está, por ejemplo, una tele bancada en el Congreso, algunos sujetos reguladores capturadas por sus regulados, como en el Congreso, algunos sujetos reguladores capturadas por sus regulados. Como nunca en la historia del Estado mexicano se han dejado crecer a estos poderes en México que han llegado al punto. A la osadía diría yo de querer también apropiarse de la propia presidencia de la República. De otra manera no se explicaría la multimillonaria inversión que han hecho de construirle una candidatura presidencial al gobernador mexiquense.

El trasfondo de lo sucedido en nuestro caso y que ha generado todas estas reacciones tiene que ver, precisamente, con este clima. Por esa razón es que una empresa decide, en sentido contrario a sus intereses, cancelar en el momento de mayor expansión, de mayor prestigio, de mayor influencia, un espacio de información crítica, de debate y opinión que ha sido valorado por anunciantes y audiencias. Por eso toma una decisión suicida.

Como tantas obras esta es una empresa sometida indebidamente a una presión incompatible con un régimen democrático y de Estado de Derecho. Mientras no cambiemos las estructuras que están en la base de esta relación insana, los espacios con influencia crítica se ven permanentemente hostilizados y en su conjunto los medios de comunicación terminan por estandarizar o uniformar sus coberturas informativas. Se achata la libre opinión, se merma el debate y se inhibe la conducta crítica. Eso daña seriamente la democracia y, por supuesto, los derechos fundamentales de las y los ciudadanos de este país.

¿Y bueno, me dirán, ahora que hacemos con lo sucedido? Aceptamos lo sucedido que no le viene bien a nadie u optamos por la ética de la responsabilidad y buscamos un camino? Sin claudicar pero sin exigir que el otro se arrodille.

Joaquín Vargas sabe perfectamente que yo no infringí ningún código de ética, sabe lo que sucedió sabe que fue un coartada, sabe, porque las sufre todos los días, de las razones verdaderas que están detrás de la decisión que está a punto de costarnos la cabeza, y digo a punto porque voy a plantearle una salida, digna, decorosa e inteligente. Ya sabrá si la toma.

Joaquín sabe como pocos de lo que yo estoy hablando, le digo a MVS que no le demos el gusto a los que saborean este fracaso.

Lo sucedido entre el viernes y el fin de semana entre Los Pinos, nuestras oficinas, no se si también otras- La Destilería y el Meridien es algo que no se merece nadie, que nos daña a todos, y que para lo único que va a servir es para el desahogo absurdo de un berrinche presidencial y para beneplácito de los que prefieren que nadie compita, que nadie cuestione o que se cuestione poquito.

No se lo merece un grupo de profesionales que estaba haciendo su trabajo que se ve brutalmente interrumpido... No se lo merecen, por supuesto las audiencias, nos e lo merecen la familia Vargas porque han sido colocados en una disyuntiva perversa en donde tienen que calibrar como grupo empresarial que les cuesta más frente al gobierno y poderes que lo presionan: si la cabeza de Aristegui o la banda de los 2.5 gigahertz. No se lo merece le país.

La Asociación Mexicana de Derecho a la Información, a la que pertenezco y que preside el maestro Raúl Trejo Delarbre ha dicho que la salida nuestra del aire es una pésima noticia para la sociedad mexicana. La decisión tomada es desafortunada para todos. "Pierde MVS, cuya independencia editorial queda en entredicho debido a la suspensión de este espacio; pierde la periodista y su amplia audiencia. Pierde la Presidencia de la República, de donde surgieron las exigencias para que Carmen Aristegui se disculpara por el comentario que hizo el viernes 4 de febrero".

AMEDI exigió a la presidencia "que con hechos, y específicamente en este caso, garantice el derecho a la libertad de expresión, así como el derecho de los ciudadanos a la información". Solicitó a MVS "que reconsidere el despido de Aristegui". Y es exactamente lo mismo que solicito yo a ellos ahora desde aquí.

El país no está más para seguir perdiendo los espacios que hemos ganado; el país no está para que se nos sigan regateando los derechos que nos pertenecen. México atraviesa por un momento crítico, el nivel de descomposición, de violencia y de debilitamiento institucional es profundamente grave... como para quedarse parado... No nos puede ganar el pasmo cuando el futuro de México se ha ensombrecido. Nos necesitamos informados, en alerta, críticos, no nos podemos dar el lujo de tirar por la borda lo ganado ¿A cuenta de que lo justificaríamos?

Nuestra transición democrática ha adquirido un cariz trágico. Los niveles de violencia, de descomposición y de degradación de la vida pública están llegando a niveles de escándalo. La clase política mexicana que no ha estado a la altura de los retos y desafíos nacionales parece no darse cuenta del avance de estos nuevos fenómenos de poder que la han carcomido y debilitado como nunca antes. ¿Dejamos que sigan avanzando sin contraponer una fuerza social que, por lo menos los identifique, los discuta y los analice?

¿Nos quedamos a la sombra de políticos sometidos a intereses particulares porque antes que gobernar bien, hay que salir en la tele... o de gobernantes timoratos e irresponsables que lejos de atemperar concentraciones monopólicas, las han hecho crecer más creando monstruos de poder que los tienen sometidos y frente a los cuales no se atreven a dar ni un paso.

Esta mañana hago un llamado para revertir los efectos de este hecho ominoso. Yo tiendo la mano y escucho a los que están en la calle y me dice "tienes que regresar". Estoy dispuesta a regresar al aire este próximo lunes, siempre y cuando se cumpla una condición básica y única: Que MVS anuncie que retira de forma oficial el comunicado emitido junto con mi salida en el cual afirma falsamente que "transgredí nuestro código de ética y que promoví la difusión de rumores como noticias".

Como consecuencia de ello pido que se publique otro comunicado oficial de la empresa en donde la valoración sobre mi integridad ética que pretendieron dejar en entredicho quede resarcida.

Si MVS acepta hacerlo se reconocerá tácitamente la naturaleza real de lo sucedido. Eso sería suficiente.

Joaquín lo sabe muy bien. Mi integridad profesional y ética nunca estivo en entredicho realmente, que fue una coartada para tomar una decisión que le imponían, que el verdadero problema está en otro lado. Regresemos al aire y quedará evidenciado.

La Presidencia tendrá que hacer una valoración de lo sucedido. Serenamente. Sin odios. Con la seriedad que implica tomar decisiones a nombre de los otros, y aceptando, aunque no agrade, que los ciudadanos y los periodistas tenemos derecho a preguntar, inquirir y criticar sobre lo que juzguemos pertinente.

Estoy aquí para hacer este llamado, para revertir un hecho ominoso como el que sucedió, de manera digna, decorosa e inteligente, apostando por la verdad pero sin romper lo construido.

Mi estimado amigo Jorge Ramos escribió un texto magnífico que tituló "El derecho a preguntar", recordaba ahí a la maestra Oriana Falacci quien decía que no debía existir ninguna pregunta prohibida. Todo se puede preguntar, con mayor razón si se trata de preguntarle a gente con poder.

Jorge contaba también de una entrevista realizada al presidente Vicente Fox, había interrogantes en el ambiente de por qué aparecía desanimado, sin ímpetu, sin grandes propuestas. El periodista le preguntó al mandatario, sin alimentar rumores: "¿Toma Prozac?" Fox miró al periodista y contestó simplemente: "No". Por supuesto no le gustó la pregunta, pero la contestó. Tal como escribió Ramos: No hay pregunta prohibida. No hay pregunta tonta. Y cuando surge la oportunidad hay que hacerla, ainque sea la última vez.

A partir de aquí cierro mi comentario, no agregaría más porque el planteamiento esta formulado y lo que resta es esperar la respuesta...

Gracias a todos y buenos días.