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miércoles, 14 de julio de 2010

EL MAYOR ROBO DE LA HISTORIA

EL MAYOR ROBO DE LA HISTORIA

Alberto Vázquez-Figueroa
http://www.vazquezfigueroa.es/el-mayor-robo-de-la-historia/

Esperaba la salida del avión, hacia mucho calor, un chicuelo tenia sed y su madre, una pobre mujer de clase media baja, busco con la vista las antiguas fuentes en las que se apretaba un botón y surgía un chorrito de agua, pero habían desaparecido del aeropuerto al igual que los botellones de los que se bebía con un vaso de papel.
Fue al baño y se tropezó con el amenazador cartel de “Agua no potable” y como el niño corría riesgo de deshidratarse a la buena mujer no le quedo mas remedio que meter un euro en una llamativa maquina expendedora adornada con la fotografía de una bella señorita, con el fin de que le proporcionara una botellita de menos de un cuarto de litro de “agua de manantial”.
Como el avión se retrasaba me entretuve en hacer un simple cálculo: aquella infeliz había pagado a cinco euros el litro de agua, cuando potabilizar o desalar mil litros hubiera costado como máximo un euro.
Es decir, había pagado cinco mil veces mas caro algo a lo que tenia derecho por ley y sin opción a elegir si no quería que su pequeño enfermara.
Era como si una barra de pan le hubiera costado mil euros.
Y el gobierno lo consiente, al igual que lo consintieron los anteriores, fueran del color que fueran.
A diario nos quejamos del precio de la gasolina pero sin pretender defender a la aborrecidas empresas petroleras debo admitir que se gastan fortunas en prospecciones, extraen crudo en lugares tan remotos como los polos, los desiertos, las selvas o el fondo de los océanos, lo transportan en enormes buques cisterna a miles de kilómetros de distancia, lo refinan y colocan la gasolina en el surtido a un precio que ronda el euro por litro.
Y si supera ese precio ponemos el grito en el cielo pese a que la salud de nuestros hijos no dependa de ello.
No obstante, un empresario sin escrúpulos, soborna a un político o un funcionario, se apodera de un manantial que en buena ley pertenece a la nación, abre el grifo, llena cinco botellas de plástico- que además no se reciclan y si se reciclan se hace a cargo del estado- las envía con una camioneta a menos de cincuenta kilómetros de distancia, y cobra esa agua-imprescindible para la vida- cinco veces mas cara que la gasolina.
Se me antoja injusto escuchar a nadie lamentarse porque le cobren cinco veces menos por algo que nos llega de Alaska o Dubai, que por algo que llega del pueblo vecino.
En España consumimos unos ciento cincuenta litros de agua embotellada por persona y año, es decir, casi seis mil millones de litros, con un negocio que ronda los veinte mil millones de euros.
En resumen, a cada ciudadano, hombre, mujer, niño o anciano nos están despojando de doscientos euros anuales por un agua que nos pertenece a todos.
Y lo más lacerante de semejante expolio estriba en el hecho de que la totalidad de los manantiales españoles no son capaces de producir ni tan siquiera las dos terceras partes de esos seis mil millones de litros.
El resto es en realidad agua de grifo disfrazada.
Nos la roban, la camuflan, hacen una llamativa campaña publicitaria asegurando que al beberla nos convertiremos en estrellas de cine y nos la revenden cinco mil veces más cara.
Y el gobierno lo consiente, al igual que lo consintieron los anteriores.
¿Hasta que punto puede llegar su grado de corrupción o ineptitud cuando permiten que se quiten las fuentes de agua de los lugares públicos con el fin de favorecer a unas determinadas empresas?
Para la salud de aquel niño era más importante un vaso de agua que el hecho de que alguien estuviera fumando a veinte metros de distancia.
¿Y hasta que punto llega la desidia del ciudadano cuando acepta que su esposa se desriñone cargando botellas desde el supermercado con el fin de que los beneficios de un puñado de canallas crezcan un veinte por ciento anual?
Nuestra ultima esperanza se centra en el hecho de que algún día aprendamos a sobrevivir bebiendo gasolina.
Nos resultara mucho mas barato.

LA VIDA DE ESOS NIÑOS ES MIA
Con respecto a lo que dije anteriormente:

Estimado Sr. Vázquez-Figueroa,
Me dirijo a usted en nombre de la Asociación Nacional de Empresas de Aguas de Bebida Envasada (ANEABE), organización que agrupa y representa a prácticamente la totalidad de las empresas que tienen como actividad el envasado de agua en sus diferentes categorías: minerales naturales, de manantial y potables preparadas. Desde su fundación en 1978, ANEABE ha venido trabajando muy activamente en la defensa de los intereses comunes de sus empresas asociadas, siendo además la interlocutora oficial a nivel nacional e internacional de este sector.
Recientemente he tenido la oportunidad de leer los post de su página web www.vazquezfigueroa.es. Especialmente, me ha llamado la atención la entrada “El mayor robo de la historia” del pasado 17 de septiembre, un artículo que ataca directamente al sector del agua mineral.
En su post se realizan diversas afirmaciones que no se corresponden con la realidad de este producto, y que en una reunión de carácter privada me gustaría tener la oportunidad de comentar con usted. Como representante del sector en España, considero importante compartir con usted el trabajo, el marco legislativo y la realidad de las aguas envasadas en España. Esta reunión se enmarcaría dentro de nuestra política de transparencia e información de nuestro sector hacia la opinión pública.
Conscientes de lo apretado de su agenda, le invitamos a que proponga la fecha que más le convenga en las próximas semanas.
Agradeciéndole de antemano su atención y su tiempo, le saluda muy atentamente,
Irene Zafra
Secretaria General ANEABE
Mi respuesta:
La experiencia me enseña que existen seis millones de argumentos a favor o en contra de cada posición en la vida, contando un mínimo de uno por habitante del planeta.
Pero los números no mienten y el consumidor, que es el que me interesa paga “su agua” a cinco mil veces su valor real (seis veces mas cara que la gasolina) y cientos de niños mueren cada día por carecer de ella mientras ustedes disfrutan de una magnificas instalaciones en una zona exclusiva de Madrid.
El día que decidan dedicar una mínima parte de sus ingentes beneficios a impedir que esos niños mueran, dejare de pensar como pienso y tal vez deberían plantearse que en lugar de tanta campaña promoviendo que una señora gorda adelgace les resultaría más humano afirmar que gracias a ustedes un niño esquelético engorda.
Mientras no piensen de ese modo no creo que tengamos nada de que hablar.
Segunda respuesta:
Estimada Señora, Acabo de mantener una interesante conversación con mi buen amigo Marcos de Quinto, Presidente de Coca Cola para España y Portugal, durante la que me ha manifestado que le parece una magnífica idea que las empresas embotelladoras de agua, así como las de los fabricantes de refrescos, de la cual su empresa es líder indiscutible, dedicaran una pequeña parte de sus ingresos a facilitar el acceso al agua a las clases mas desfavorecidas, ya que no solo provoca muertes sino que impide que los niños puedan escolarizarse en los países del tercer mundo debido a que tienen que acarrear agua en lugar de asistir a clase.
Si alguien más de su asociación compartiera ese modo de pensar estaría dispuesto a recibirle.
El pasado día 14 la señora Irene Zafra vino a verme con el fin de hacerme comprender que las embotelladoras se encuentran amparadas por una antigua ley que les permite explotar en su favor unas aguas subterráneas que en realidad pertenecen a todos los españoles.
Le hice ver que eso podría estar muy bien en unos tiempos en los había agua suficiente y beberla embotelladas era tan solo un pequeño lujo, mientras que ahora se ha convertido en la mas vital de las necesidades por lo que resulta imprescindible cambiar una ley tan obsoleta.
Al propio tiempo le recordé que existe otra ley, mucho mas reciente, que prohíbe trasvasar agua de una cuenca hidrográfica a otra sin que se especifique que tenga que ser por tubería, lo cual en espíritu significa que los camiones de “Aneabe” no deberían poder trasvasar agua de Cataluña a Madrid., o de Galicia a Valencia sin una autorización especifica para cada caso del Consejo de Ministros.
¿Acaso los agricultores del Levante tienen menos derechos que las empresas embotelladoras?
La señora Zafra me prometió hablar con sus representados con el fin de que contribuyan a que en estos tiempos de crisis el ciudadano disponga del agua de primera calidad que necesita y pedirla embotellada u optar por un refresco continúe siendo como antaño un capricho con el que ya ganaban mas que suficiente.
No obstante me dio la impresión de que pese a su evidente buena voluntad, se encuentra atrapada en una tela de araña en la que la avaricia continuará tirando de los hilos hasta que al final la cuerda se rompa.
Cuando cientos de niños mueren de sed cada día, decir
“Esta agua es mía”
es tanto como decir
“La vida de esos niños es mía” .

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